FATIMA

Hoy es un día triste para nosotras, hoy con apenas un mes de diferencia, el cáncer se ha vuelto a llevar a otra de nuestras compañeras jornaleras.
Fatima llegó a nuestra provincia en uno de los contingentes con contrato de origen desde Marruecos para trabajar recogiendo fresas, considerada como un simple producto necesario para generar riqueza, una mano de obra barata a la que explotar fácilmente. Sin que nada más importe, sin ni siquiera tenerla en cuenta como persona.
Es por esto mismo que una vez detectada su enfermedad, y una vez empezado su proceso de tratamiento y de sufrimiento, la empresa para la que trabajaba se desentiende totalmente de ella, como ocurre con tantas otras compañeras, dejándola totalmente abandonada a su suerte, sin recursos, en un país donde no conoce el idioma ni tiene acceso a los derechos más básicos más allá de la atención médica, en la que también se encuentra con numerosas dificultades.
A pesar de tener un contrato de trabajo, de estar “asegurada” y haber estado cotizando a la Seguridad Social, la tiraron a la calle como un perro sin ni siquiera gestionarle el derecho que le pertenecía a cobrar su baja por enfermedad.
Es por esto que a duras penas ha podido sobrevivir, ha podido comer y ha podido obtener sus medicamentos durante varios meses, gracias al apoyo que le hemos podido ofrecer desde el Colectivo de Jornaleras de Huelva en Lucha, y desde la Asociación ASISTI Cuenca Minera, quién ha estado acompañándola desde el primer momento. También, y lo más importante, gracias a la solidaridad y al sentido de comunidad de sus paisanas, que en esto de cuidar cuando más se necesita y del apoyo mutuo, debido a la necesidad y a las situaciones que enfrentan constantemente ,tienen hecho un master.
Fatima tenía 37 años, y ha dejado tres hijos y una familia en Marruecos de la que no se ha podido despedir. Pero sobre todo, la muerte de Fatima en estas condiciones tan inhumanas e indignas para una persona, ha vuelto a dejar en evidencia este miserable y ruin sistema de contrataciones en origen que lo único que pretende es aprovecharse de una mano de obra vulnerable que busca en los lugares donde más necesidades existen.
Señores de la patronal del fruto rojo de Huelva: presumís de ese plan ético sociolaboral llamado PRELSI, en el que se encuentran colaborando organizaciones feministas tan importantes como Mujeres en Zona de Conflicto, y que supuestamente ha sido creado para proteger la integridad de estas mujeres. Pero, sin embargo, esta es la realidad que nos encontramos una y otra vez, y no, no son casos aislados. ¿Por cuánto tiempo más pensáis seguir negando esta evidencia, y maquillándola con ese plan inútil que habéis creado para tapar vuestras vergüenzas?
Hoy, desde el Colectivo JHL volvemos a denunciar las atrocidades que se cometen con nuestras compañeras marroquís. A la espera quedamos de que las personas que ocupan los distintos cargos responsables ante este tipo de situaciones decidan posicionarse de una vez, y ayudar a que dejen de ocurrir estas barbaridades, o por el contrario sigan siendo partícipes y cómplices de los atentados contra los Derechos Humanos que llevan décadas cometiéndose con nuestras compañeras.
Querida Fatima, no pudimos cumplir el deseo de acompañarte a tu tierra cuando te recuperases para tomar té y bailar a ritmo de música árabe, pero prometemos no cesar en esta lucha incansable hasta conseguir que ninguna compañera vuelva a morir en estas condiciones.
Que la tierra te sea leve amiga, siempre estarás en nuestros corazones.